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· Dra. Larrarte · lectura 3 min
Recuperación paso a paso después de un injerto de barba
La recuperación del injerto de barba suele ser bastante rápida. Se trata de un cirugía estética en la que los efectos de la propia operación van desapareciendo rápidamente, permitiendo volver a la vida normal en un tiempo récord.
Actualmente, en la mayoría de los casos el injerto capilar de barba y bigote se lleva a cabo con la técnica FUE, sistema por el que se extraen folículos del propio paciente, que luego se trasplantan a las zonas con problemas de vello. Este sistema no resulta tan invasivo como otros, y permite que después de las sesiones el paciente regrese a su casa y pueda seguir con sus actividades habituales.
Los resultados definitivos tardan un poco más de tiempo, y son perfectamente visibles al año de la intervención. Pero repasemos las etapas paso a paso…
Fases de la recuperación del injerto de barba
El proceso de recuperación tras un implante de barba se puede resumir en las siguientes fases:
A LOS CUATRO DÍAS. Los 4 primeros días tras el injerto de barba son la etapa más molesta y en la que hay que prestar más atención. Tanto la zona receptora como la donante están más sensibles después del proceso de extracción y colocación de folículos y hay irritación, inflamación y tirantez. En esta esta fase hay que seguir ciertas recomendaciones a la hora de lavarse, de dormir y también tener precaución con los alimentos que tomamos.
DOS PRIMERAS SEMANAS. En este periodo de tiempo los síntomas más inmediatos del injerto de barba reciente van desapareciendo. Las costras y pellejos que surgieron después de la extracción y colocación van desapareciendo y las molestias son menores.
DE DOS A TRES MESES DESPUÉS. Es cuando aumentan las expectativas del paciente, que comienzan a ver resultados palpables. A partir de ese momento es cuando los folículos implantados se van afianzando en su nueva ubicación y a partir de los tres meses o tres meses y medio es cuando puede comenzar a verse el crecimiento del pelo.
A PARTIR DEL CUARTO MES. El vello resultante del injerto de barba comienza a crecer de manera más generalizada. Aunque el pelo es aún débil, poco a poco irá aumentado su espesor, textura y calibre.
ENTRE OCHO MESES Y UN AÑO DESPUÉS. Pasado este plazo desde la intervención es cuando los efectos del trasplante capilar de barba son totales. Se calcula que hacia los 8 meses ya crece el 80 por ciento del cabello injertado en la barba, y al año.
¿Cómo crece el pelo de la barba tras el implante capilar?
El comportamiento del pelo injertado es como el del pelo normal, siguiendo las fases de crecimiento habituales. En principio, el pelo trasplantado mantiene las características propias de la zona de la que se ha extraído y, por lo tanto, su ritmo de crecimiento, que es más lento en la cabeza que en la zona facial. Pero lo cierto es que algunos de los últimos estudios atestiguan que a medida que pasa el tiempo, el nuevo vello se asemeja cada cada vez más al de los otros pelos del área de implante. Curioso, ¿verdad?
¿Quedan cicatrices en la cara?
Son diminutas y apenas perceptibles, especialmente bajo el pelo de la barba. El cirujano realiza pequeñas incisiones con una cuchilla de 0,8 mm e inserta cada cabello con el ángulo natural de crecimiento del cabello, para que no salgan rectos hacia fuera. Estos pelos caerán y volverán a salir con el ciclo natural del pelo, como se ha explicado en las fases más arriba. ¿Y luego…? La barba se puede afeitar, recortar, etc. como si fuera tu barba natural.
Si para el implante de barba te pones en buenas manos, en las de un buen especialista en injerto capilar en Madrid, nadie notará que te has sometido a esta intervención.
